F. M.
Como adelantó oportunamente ANALISIS, Juan Ramón Smaldone se convertirá -ahora con todas las de la ley- en vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) como integrante de la Sala Civil y Comercial, lugar que dejó Juan Carlos Ardoy tras jubilarse. El hombre nacido en Concordia, que el lunes cumplirá 58 años, quedará efectivo en el cargo cuando el Senado le dé acuerdo al pliego, luego del receso invernal de la Legislatura.
El magistrado llega al máximo cargo en la Justicia entrerriana con un currículum estrictamente ligado a su profesión y que desarrolló siempre en su ciudad natal. A juzgar por los antecedentes presentados en la cámara alta, el concordiense no ocupó lugares en gobiernos ni se le endilga una militancia partidaria, como sí sucedió con Miguel Carlín (presidente del bloque de senadores justicialistas), Emilio Castrillón (presidente del bloque de diputados del PJ durante años), Claudia Mizawak (fiscal de Estado de Jorge Busti) y Bernardo Salduna (diputado nacional por el radicalismo). A Smaldone se le atribuye sí una amistad con Sergio Urribarri. Uno de los argumentos que se esgrime es el nombramiento de su hijo Guillermo como fiscal en el Tribunal de Cuentas de la provincia.
Ya transcurrieron los 10 días en que se podían hacer objeciones al pliego del magistrado. Si bien no hubo cuestionamientos, en la audiencia pública pueden surgir preguntas incómodas sobre los derechos humanos, ya que su carrera judicial se inició en los tribunales de Concordia en épocas de dictadura militar. Smaldone fue secretario suplente e interino del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial Nº 2 a partir del 22 de mayo de 1979. Al año siguiente se convirtió en titular, mediante acuerdo del STJ.
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